Me gusta el movimiento de tus pensamientos.

Escribí esta frase hace unos días, después de hablar con vos y que me quedaran dando vuelta varias sensaciones. Lo que más me afectó no fue lo que me dijiste en sí (más allá de que por supuesto también me interesó), sino más bien, el cómo. Es decir, el modo en que vas entrelazando los acontecimientos y das lugar a nuevas ideas. Ese es el movimiento de los pensamientos, los caminos que vas trazando y las conexiones que vas entablando.
El movimiento de tus pensamientos es el halo de tus pensamientos, la estela que van dejando y el eco que van produciendo en mí. Porque ese movimiento vibra, y en tanto vibra, resuena. Y han resonado en mí de forma que activa también el movimiento de mis propios pensamientos.
Entonces, quizás, también me gusta el movimiento de tus pensamientos en tanto me gusta el modo en que movilizás los míos.[1]


[1] Fragmento de la conferencia performativa “El conjuro de tus palabras. Si me tuviera que presentar…” que presenté en el marco del Encuentro sobre metodologías de investigación en prácticas artísticas en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca el día miércoles 10 de Abril de 2019.

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